Historia de la Iglesia de San Jorge
Tras la victoria sobre el ataque moro en 1276 los alcoyanos proclaman a San Jorge Patrón de Alcoy y prometen edificar un templo en su honor. Desconocemos exactamente la fecha de su construcción pero si sabemos, por las actas notariales, que ya en 1317 existía dicho templo, edificado seguramente cercano al portal de San Marcos en la antigua muralla de la villa, lugar donde milagrosamente se apareció el Santo.
Es en está primera mitad del siglo XIV cuando se realiza el primer ensanche de la villa eliminando la muralla próxima a la Iglesia, quedando está libre con una plazoleta delante donde se coloca una fuente pública con una imagen del Santo.
A finales de siglo XVI estando en construcción el convento del Santo Sepulcro y con objeto de que las religiosas puedan asistir a los oficios sin perder la clausura se construye una galería cubierta alta sobre lo que hoy es la calle San Blas.
En 1651 el edifico amenaza ruina, por lo que se decide derribarlo y edificar una nueva Iglesia, la cual debió sufrir desperfectos durante el periodo bélico o defectos en su realización ya que en 1721 se llevo a cabo otra restauración importante.
Ya en 1865 se procedió a la renovación integra del interior de la misma a cargo del arquitecto alcoyano D. Jorge Gisbert.
El 5 de octubre de 1894 se trasladan a la misma los restos mortales del penitente piamontés Casimiro Barello Morello donde aún permanecen, así como la colocación dos meses después de una nueva fuente pública culminada con una estatua ecuestre del patrón realizada en bronce por el escultor valenciano Yerro, ya que la primitiva había desparecido a finales del XVII.
Ya empezado el siglo XX y tras conseguir la creación de una vicaria permanente para el Templo se plantea su reconstrucción integra creándose una comisión para ello, la forman Fernando Cabrera Cantó y los arquitectos Timoteo Briet y Vicente Pascual, no viendo viable el Templo recomiendan la reedificación del mismo. El 23 de Noviembre de 1913 se coloca la primera piedra siendo bendecido el templo el 21 de Abril de 1921 por el Nuncio de Su Santidad monseñor Ragonessi presente en Alcoy con motivos de las fiestas del Tercer Centenario de San Mauro Mártir.
En 1936 iniciada ya la contienda civil, un grupo de alcoyanos encabezados por José Pérez Pérez (Peresejo) consiguen la utilidad para el Templo de escuela y museo de arte evitando así la demolición del mismo aunque no los desperfectos y la perdida de imagenes y objetos sacros de gran valor.